Willy Wonka y los cinco niños |
FICHA
Título: Charlie y la fábrica de Chocolate
Editorial/ Edición: Alfaguara/ 55º edición.
Autor: Roald Dahl (Llandaff, 1916 - Oxford, 1990) Escritor británico conocido especialmente como autor de narraciones infantiles y juveniles, pese a que su producción para adultos fue también de destacable calidad. Muchos de sus relatos se han convertido en películas de gran éxito internacional.
Ilustrador: Faith Jacques
Comentario:
Charlie era un niño de familia muy pobre. Vivía con sus cuatro abuelos y sus padres. Al lado de su casa había una fábrica de chocolate, era la más famosa del mundo y su dueño era el señor Willy Wonka. un día el señor Wonka hizo un concurso: "El niño que encontrara un billete dorado en un envoltorio de un chocolatina sería premiado con ir a su fábrica". Charlie veía en los periódicos que cuatro niños ya habían encontrado el billete Dorado. Al día siguiente, Charlie vio 500 peniques en el suelo, y los cogió. Con ellos se compró dos chocolatinas "Wonka" y le tocó el último billete Dorado. El niño fue a su casa a contárselo a su familia y decidieron ue su abuelo Joe fuera con Charlie a la fábrica.El día 1 de Abril los cinco niños y sus acompañantes entraron a conocerla. Willy Wonka les enseñó una cascada de chocolate y un niño, Augustus Gloop, se cayó a ella. Después, Augustus fue absorbido por un tubo que le llevó a una sala de tartas de chocolate. Luego, todos pasaron a una habitación donde se fabricaba chicles con sabor a diferentes comidas. Una de las niñas, Violet, quiso probarlo ya que era adicta a ellos. Wonka le dijo que no tomase más, pero ella desobedeció y se empezó a poner morada y y gorda como un arándano. Veruca, la otra niña, entró a una sala llena de ardillas y quiso coger una. La ardilla no se dejaba y la dio golpecitos en la cabeza porque se pensaba que Veruca era una nuez. Al final, la niña acabó en la basura porque la ardilla se pensó que era una nuez mala. Más tarde, Mike Tevé vio como una chocolatina se teletransportaba a un programa de televisión. Le llamó mucho la atención y quiso coger una de ellas. Al intentar tocarla, Mike se apareció en el programa junto a ella. Al final, solo quedaba Charlie y wonka le contó su propósito: regalar la fábrica a uno de los niños. A Charlie esa idea le encantó y Wonka decidió dársela a él. Willy Wonka, el abuelo Joe y el niño fueron corriendo a su casa para contarle la gran noticia a sus padres. Todos se alegraron mucho y por fin dejaron de pasar hambre y frío.
Opinión personal:
Me ha gustado mucho el libro porque es muy imaginativo y fácil de leer. Se lo recomiendo a todos los niños y niñas que les guste las historias creativas y divertidas.
Mi puntuación es de 9.
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